La silla GE-290 de Hans J. Wegner se compone de líneas fuertes y limpias con un atractivo elegante. La forma sencilla y despejada del sofá, junto con los materiales de primera calidad y el excelente trabajo artesanal, hacen que este diseño sea intemporal.
El ángulo del asiento y los profundos cojines garantizan un asiento cómodo y relajado. El diseñador danés sigue los principios del diseño nórdico y pone énfasis en la funcionalidad y la comodidad en sus diseños, creando muchos de los clásicos del diseño popular del siglo XX.
Cuberious produce este diseño clásico en un marco de madera maciza disponible en cinco colores. Está tapizado en tela, cuero clásico o premium en una variedad de colores. Echa un vistazo a los sofás de dos y tres plazas a juego en esta gama.
La silla GE-290 de Hans J. Wegner se compone de líneas fuertes y limpias con un atractivo elegante. La forma sencilla y despejada del sofá, junto con los materiales de primera calidad y el excelente trabajo artesanal, hacen que este diseño sea intemporal.
El ángulo del asiento y los profundos cojines garantizan un asiento cómodo y relajado. El diseñador danés sigue los principios del diseño nórdico y pone énfasis en la funcionalidad y la comodidad en sus diseños, creando muchos de los clásicos del diseño popular del siglo XX.
Cuberious produce este diseño clásico en un marco de madera maciza disponible en cinco colores. Está tapizado en tela, cuero clásico o premium en una variedad de colores. Echa un vistazo a los sofás de dos y tres plazas a juego en esta gama.
Esencial para ayudar a la popularidad internacional del diseño danés de mediados de siglo, Hans Jørgensen Wegner nació en el sur de Dinamarca en 1914. Habilitado como aprendiz de ebanista, Wegner asistió a la Escuela Danesa de Artes y Oficios y a la Academia de Arquitectura de Copenhague, de influencia modernista.
El estilo y la visión de Hans Jørgensen Wegner se describen a menudo como Funcionalidad Orgánica, un enfoque modernista con énfasis en la funcionalidad. El legado de Dane es celebrado por su enfoque histórico en el diseño de sillas, experimentando con formas minimalistas y marcos superpuestos. En sus propias palabras, Wegner disfrutó `despojando a las viejas sillas de su estilo exterior y dejándolas aparecer en su pura construcción''.
Wegner recibió varios premios importantes de diseño por su trabajo, desde el Premio Lunning en 1951 y el codiciado Gran Premio de la Trienal de Milán en el mismo año, hasta la Medalla del Príncipe Eugen en Suecia y la medalla danesa Eckersberg. En 1959, la Royal Society of Arts de Londres lo nombró Diseñador Real para la Industria, mientras que su trabajo se exhibe en el MoMA de Nueva York y en el Die Neue Samlung de Munich.